Tabasco emerge hoy de las aguas contaminadas como un sitio devastado por las inundaciones, mientras en el vecino Chiapas entierran a las víctimas del pueblo San Juan de Grijalva, barrido por una ola gigante.
Este viernes se prevé enterrar en una enorme fosa en Villahermosa, capital tabasqueña, a más de dos mil animales domésticos y reses arrastrados por las corrientes desbordadas de ríos hace 11 días, confirmó a Prensa Latina la Cruz Roja estatal.
Desde el puesto de mando de la institución, los socorristas expusieron vía telefónica que al bajar el nivel de las aguas en Tabasco, con más de un millón de damnificados y 100 mil evacuados, el olor fétido de la descomposición satura el ambiente.
Las colonias más afectadas por las riadas son las ubicadas en la ribera del río Grijalva, las cuales permanecen aún bajo el caudal y asoladas por enjambres de mosquitos con riesgo de dengue.
"Tememos brotes de paludismo, diarrea, cólera, entre otras dolencias, además tenemos que sortear las recurrentes apariciones de culebras nauyaca, cuyo veneno es mortal", explicaron las autoridades sanitarias.
Para ahuyentar víboras y cocodrilos, abundaron, los damnificados sólo pueden golpear el agua, que en algunos lugares les llega a la altura del cuello y en otros supera los tres metros.
Confirmaron que aplicaron 13 mil vacunas contra la gripe, tétanos y hepatitis A, y esperan un lote de otras 70 mil dosis.
Dependencias de gobernación del estado de Chiapas y de alcaldes municipales expusieron, por su parte, la calamidad vivida en San Juan de Grijalva, caserío de 400 habitantes arrasado por una enorme ola generada tras el deslave de un cerro sobre el río de igual nombre.
Al ser consultados, reiteraron la cifra aportada la noche anterior por radio y televisión acerca del hallazgo de seis muertos y el estimado de 30 desaparecidos.
La oficina del secretario de Gobernación de Chiapas, Francisco Ramírez, quien permanece en el área para cuantificar los daños, puntualizó el deterioro de los suelos y descartó la posibilidad de reconstruir el poblado, otrora de endebles casas de madera y lámina.
Este viernes se prevé enterrar en una enorme fosa en Villahermosa, capital tabasqueña, a más de dos mil animales domésticos y reses arrastrados por las corrientes desbordadas de ríos hace 11 días, confirmó a Prensa Latina la Cruz Roja estatal.
Desde el puesto de mando de la institución, los socorristas expusieron vía telefónica que al bajar el nivel de las aguas en Tabasco, con más de un millón de damnificados y 100 mil evacuados, el olor fétido de la descomposición satura el ambiente.
Las colonias más afectadas por las riadas son las ubicadas en la ribera del río Grijalva, las cuales permanecen aún bajo el caudal y asoladas por enjambres de mosquitos con riesgo de dengue.
"Tememos brotes de paludismo, diarrea, cólera, entre otras dolencias, además tenemos que sortear las recurrentes apariciones de culebras nauyaca, cuyo veneno es mortal", explicaron las autoridades sanitarias.
Para ahuyentar víboras y cocodrilos, abundaron, los damnificados sólo pueden golpear el agua, que en algunos lugares les llega a la altura del cuello y en otros supera los tres metros.
Confirmaron que aplicaron 13 mil vacunas contra la gripe, tétanos y hepatitis A, y esperan un lote de otras 70 mil dosis.
Dependencias de gobernación del estado de Chiapas y de alcaldes municipales expusieron, por su parte, la calamidad vivida en San Juan de Grijalva, caserío de 400 habitantes arrasado por una enorme ola generada tras el deslave de un cerro sobre el río de igual nombre.
Al ser consultados, reiteraron la cifra aportada la noche anterior por radio y televisión acerca del hallazgo de seis muertos y el estimado de 30 desaparecidos.
La oficina del secretario de Gobernación de Chiapas, Francisco Ramírez, quien permanece en el área para cuantificar los daños, puntualizó el deterioro de los suelos y descartó la posibilidad de reconstruir el poblado, otrora de endebles casas de madera y lámina.
Bibliografía: Yudith Gazán
Prensa Latina
9 de Octubre