El día 1º de enero de 2008, desde el primer minuto del día, las organizaciones campesinas y noubernamentales así como los miles de ciudadanos que impulsan
la Campaña Nacional en Defensa de
la Soberanía Alimentaria y por
la Reactivación del Campo "Sin maíz no hay país y sin frijol tampoco; pon a México en tu boca" construyeron un muro humano en el Puente Córdoba de Ciudad Juárez, Chihuahua en protesta por la entrada en vigor de la liberalización del maíz, frijol, leche en polvo y azúcar impuesta a México en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y por la construcción del muro fronterizo y la violación masiva de los derechos humanos y laborales de los trabajadores migratorios mexicanos por parte del Gobierno y el Congreso de los Estados Unidos.
Lo hacen como parte una nueva etapa de resistencia, lucha y construcción de alternativas y alianzas para enfrentar y derrotar la política de guerra continuada e impulsada por el gobierno de Felipe Calderón contra los campesinos mexicanos, de cesión de nuestra soberanía alimentaria a los Estados Unidos, de entregar nuestro mercado agroalimentario a veinte grandes corporaciones agroalimentarias mexicanas y trasnacionales, de establecimiento de un sistema de malnutrición e inseguridad alimentaria para la mayoría de los mexicanos y de incremento de los precios de los alimentos básicos en detrimento de toda la población.
Desde El Chamizal, pedazo del territorio nacional recuperado para la integridad y la soberanía de nuestro país, hicieron un llamado a la nación desde el campo mexicano y la Campaña Nacional “Sin maíz no hay país y sin frijol tampoco”, para el rescate de la nación, la recuperación y ejercicio cabal de nuestra independencia y soberanía popular y nacional así como para la construcción de un verdadero Estado social y democrático de derecho.
El gobierno de Felipe Calderón ha prestado oídos sordos a las demandas de la Campaña Nacional “Sin maíz no hay país y sin frijol tampoco” y de prácticamente todos los sectores económicos, sociales y académicos del país que sostienen que el TLCAN tiene que renegociarse y excluir de él por lo menos al maíz y frijol, dado que ha sido un desastre para el campo mexicano, para la seguridad alimentaria de la población e incluso para la seguridad nacional y la gobernabilidad democrática del país. Esto lo reconocen numerosos organismos nacionales e internacionales de derechos humanos e incluso organismos multilaterales como el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo, la FAO, la CEPAL, la UNCTAD, entre otros.
El gobierno de Felipe Calderón se ha negado a proteger al maíz y al frijol, alimentos fundamentales de los mexicanos y fuente de empleo, sobrevivencia y reproducción cultural de 3 millones de campesinos y sus familias así como de 56 grupos étnicos del país. Se ha negado a emitir un decreto presidencial estableciendo un mecanismo para regular el comercio exterior de dichos alimentos básicos bajo el argumento de que "México no puede violar el TLCAN", "que el gobierno está para cumplir sus compromisos internacionales", "que la apertura ya se dio", "que lo peor para el campo y la seguridad alimentaria del país ya pasó", "que estamos preparados para la competencia total", "que los altos precios internacionales nos favorecerán", "que no debemos alarmarnos", etcétera, etcétera.
Para Felipe Calderón y sus secretarios de Hacienda, Economía y Agricultura el cumplimiento a pie juntillas del TLCAN está por encima del cumplimiento de la Constitución mexicana y la protección de los intereses estadounidenses y de los monopolios agroalimentarios está por encima del interés nacional, el interés público y el bienestar de la mayoría de los mexicanos.
Estos hechos confirman el carácter ilegitimo, antidemocrático y anticonstitucional del gobierno de Felipe Calderón.
En los últimos 25 años los gobiernos priístas y panistas han llevado a cabo una verdadera guerra contra los campesinos mexicanos bajo el argumento de que son improductivos, ineficientes e incapaces de insertarse en los mercados globales. Se trata de una política agroalimentaria funcional al modelo de privatización, apertura comercial y estancamiento económico estabilizador impuesto en nuestro país desde 1982 a la fecha. En este contexto, las importaciones alimentarias se privilegian por sobre la producción nacional como un medio de la política antiinflacionario y de contención de los bienes-salario. Al mismo tiempo, se trata de una verdadera reedición de los procesos de desamortización de bienes en "manos muertas" llevado a cabo en la segunda mitad del siglo XIX en nuestro país. Se trata de una verdadera contrarrevolución social y contrarreforma agraria que pretende volver a concentrar en unas cuantas manos los vastos recursos en manos campesinas e indígenas recuperados y conquistados a través de la revolución de 1910 y las recurrentes luchas agrarias y revueltas campesinas a lo largo del siglo XX. Asimismo, se pretende una deportación masiva de la población rural hacia las ciudades y regiones agrícolas "modernas" de México y hacia los Estados Unidos con el objeto de sostener la "competitividad" y las altas tasas de ganancia en el modelo maquilador y agroexportador y sostener la desfalleciente economía estadounidense con fuerza de trabajo abundante, precarizada e ilegalizada.
En este sentido se inscribe el desmantelamiento de las instituciones del Estado para el fomento y regulación del sector agroalimentario, la contrarreforma al artículo 27 constitucional y el TLCAN.
Con el TLCAN, mal negociado y peor ejecutado por una tecnocracia ignorante, entreguista y operadora de las grandes corporaciones, se pretendió hacer irreversible la política anticampesina, de cesión de soberanía alimentaria y de control monopólico de los mercados agroalimentarios.
Qué mayor evidencia del fracaso del TLCAN que la creciente migración de cientos de miles de mexicanos a los Estados Unidos, cuando fue precisamente el freno a la migración el principal beneficio que dicho tratado traería para los dos países, tal y como lo vendieron Salinas y Bush padre a los congresos y a la opinión pública de los dos países.
A 25 años de las políticas neoliberales y 14 del TLCAN los resultados para el campo y el país están a la vista. Sólo los monopolios y sus servidores en los gobiernos de México, Estados Unidos y Canadá no los reconocen:
* -2 millones de empleos agropecuarios perdidos en México entre 1994 y 2006.
* -Caída de los precios reales de los productores entre 40 y 70 por ciento.
* -Incremento de los subsidios agrícolas de Estados Unidos de 5 mil millones de dólares en 1994 a 30 mil millones en 2000 y a 18 mil millones en 2006.
* -incremento de la dependencia alimentaria de México de 10 por ciento en 1994 a 40 por ciento en 2006.
* -No hubo transición ni programa de inversiones para el sector de productores de maíz y frijol ni para las regiones rurales marginadas de 1994 a 2007.
* -Valor de las importaciones de alimentos provenientes de Estados Unidos de 1994 a 2007: 110 mil millones de dólares.
* -Balanza comercial agroalimentaria deficitaria en 13 de 14 años del TLAN. Déficit comercial agroalimentario promedio anual: 2 mil millones de dólares.
* -Crecimiento anual del PIB agropecuario en el período TLCAN: 1.4%.
* -Disminución de la producción de alimentos per capita 1994-2006.
* -Aumento de las agroexportaciones (en menor medida que las agroimportaciones) a costa de su concentración en el 5 por ciento del total de las unidades de producción, de la violación de los derechos humanos y laborales de cientos de miles de jornaleros agrícolas y de la superexplotación de los mantos freáticos y la contaminación con agroquímicos de hombres, mujeres y niños así como de los suelos y aguas. Por sí esto fuera poco, el 80 por ciento de la agroexportación (jitomate, aguacate, fresa, frambuesa, melón, mango, tequila, cerveza, etc.) está en manos de empresas extranjeras.
* -Deforestación y erosión de bosques y suelos en la mayor parte del territorio nacional. Agotamiento de los mantos freáticos.
* -70 por ciento de la población rural en condiciones de pobreza.
* -Incremento sistemático de los precios de los alimentos básicos y malnutrición de los mexicanos: 20 millones con desnutrición y anemia; 35 millones con obesidad.
* -Migración anual de pobladores rurales a los Estados Unidos: 300 mil personas.
* -Número de migrantes mexicanos muertos al intentar cruzar la frontera con Estados Unidos: 400 por año. Más de 4 mil en el periodo TLCAN. Muertos en los ataques terroristas del 11/09 en Nueva York, Washington y Pennsylvania: 2,973 personas.
* -Concentración anticompetitiva (prácticas monopólicas) en el mercado agroalimentario mexicano por 20 grandes corporaciones mexicanas y trasnacionales: Maseca, Bimbo, Cargil, Bachoco, Pilgrims Pride, Tysson, Nestlé, Lala, Sigma, Monsanto, ADM, General Foods, Pepsico, Coca Cola, Grupo Viz, Grupo Modelo, Grupo Cuauhtémoc, Wal Mart, Kansas City, etc.
La economía nacional está en bancarrota:el modelo económico/neoliberal ha fracasado:
- No solamente el campo ha sido arrasado por las políticas neoliberales y el TLCAN, sino la economía en su conjunto. Los hechos están a la vista:
- El promedio de crecimiento de la economía en los últimos 25 años y en el periodo del TLCAN es de 1.8 por ciento anual muy debajo del crecimiento de otros periodos de la economía mexicana.
- México ocupa los últimos lugares de crecimiento económico en América Latina y el Caribe, con un mediocre 2.8 por ciento para 20007. Otros países crecen a tasas de más de 10 por ciento como Venezuela, 7.5 por ciento como Cuba no obstante el ilegal e injusto cerco económico impuesto por los Estados Unidos, entre 6 y 8 por ciento (Brasil, Chile, Argentina, Perú). Los demás países crecen y generan más empleo por no seguir el modelo económico neoliberal.
- El déficit comercial total en 2007 fue de más de 10 mil millones de dólares. Si excluimos petróleo y maquila dicho déficit asciende a más de 70 mil millones de dólares. El comercio exterior de México está sostenido por las exportaciones petroleras, la maquila y las exportaciones de 100 empresas trasnacionales. El resto de la economía, principalmente el sector manufacturero está en bancarrota: no crece, no tiene mercados, no genera empleos. Somos una economía compradora, consumidora. De está forma, la economía no crece ni crecerá y por tanto será incapaz en el futuro como lo ha sido en 25 años de generar empleos para cubrir el rezago ni la nueva demanda anual.
- Es por esto que la migración a los Estados Unidos es y será la única alternativa para millones de mexicanos. A partir de 2008, año 15 del TLCAN y con la liberalización agrícola total, se incrementará en 10 por ciento el número de mexicanos que cruzaran la frontera no obstante el endurecimiento de las medidas estadounidenses antiinmigración.
- Este hecho se verá agravado por el estancamiento de la economía estadounidense en 2008 y 2009 lo cual amenaza con la repatriación de miles de mexicanos, la disminución de las remesas y la caída de las exportaciones mexicanas. La economía mexicana se ha hecho cada vez más dependiente de la estadounidense al concentrar el 85 por ciento de su comercio exterior con los Estados Unidos. Por tal razón, adicionalmente al propio modelo económico, la economía nacional no crecerá por el efecto de arrastre de la recesión estadounidense y también por el incremento de la inflación por el incremento de los precios de los energéticos y de los alimentos (agroinflación).
- Por si esto fuera poco, la economía mexicana concentra cada vez más ingresos en pocas manos y está cada vez más lejos de la llamada economía de mercado. De hecho, todos los mexicanos padecemos los precios y costos de los monopolios en todos los sectores de la economía. Los organismos internacionales y diferentes premios Nóbel de economía caracterizan a la economía mexicana como una "economía de compadres" en virtud de la red de complicidades, protección, privilegios y corrupción entre el gobierno federal, el Congreso de la Unión y el Poder Judicial con un puñado de grandes empresas y empresarios mexicanos y trasnacionales.
- La economía de las empresas que se han comprometido con México, así como la de las clases trabajadoras sufrirá una larga serie de agresiones al principio de este año al ponerse en marcha una Reforma Fiscal que se ceba sobre los mismos contribuyentes y no afecta a las grandes fortunas; con el aumento a la gasolina y el incremento sostenido de las tarifas eléctricas.
Amenaza contra las riquezas nacionales y el futuro de México como país independiente y soberano
No obstante la enorme concentración de la riqueza en pocas manos y la brutal dependencia económica de México hacia los Estados Unidos, las grandes corporaciones trasnacionales con la complicidad del gobierno de Felipe Calderón y de los legisladores de PRI en el Congreso de la Unión pretenden impulsar en 2008 la privatización y desnacionalización de PEMEX y de la CFE y de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro para incrementar sus ganancias y someter definitivamente a nuestro país quitándole su base de independencia económica y crecimiento futuro.
La privatización de los servicios sociales básicos y la amenaza a las garantías sociales de la población
Con las reformas a la Ley del ISSSTE se pretende suprimir el derecho a la seguridad social para los trabajadores del Estado así como abrir a la privatización el manejo de sus fondos de retiro. Es lo mismo que sucedió con las reformas a la ley del IMSS. Asimismo, se pretende avanzar en la privatización de los servicios de salud, de educación (sobre todo media y superior) y de suministro de agua potable. Todas las garantías sociales están bajo ataque de la furia privatizadora y de la lógica de las ganancias de los monopolios mexicanos y transnacionales. No hay espacio para el cumplimiento de las obligaciones sociales constitucionales del Estado mexicano ni para la solidaridad entre los mexicanos y la vigencia de los derechos humanos sociales, económicos y culturales.
Criminalización de las luchas sociales y amenaza contra las libertades democráticas y las garantías individuales
Un modelo económico fracasado y una elite política y económica que no duda en fracturar el Estado de Derecho y violentar los incipientes procedimientos democráticos en las elecciones presidenciales, no puede más que recurrir al uso creciente de la fuerza pública para enfrentar los grandes problemas sociales y las luchas que a todo lo largo y ancho del país se vienen sucediendo.
Con el pretexto del combate al crimen organizado, el gobierno de Felipe Calderón ha decidido utilizar en forma creciente a las fuerzas armadas imponiendo un peligroso precedente que impone la represión militar y policíaca como única vía de sostenimiento de su gobierno.
Además de ser infructuoso y contraproducente el uso del Ejército en el combate del crimen organizado mientras no se combata el desempleo, la falta de oportunidades en México para millones de jóvenes, la impunidad de los gobernantes, la corrupción en el sistema de justicia, etc., se corre el riesgo de su uso para la represión de las legitimas luchas sociales de los mexicanos como ha sido el caso de las luchas de los indígenas chiapanecos y del pueblo oaxaqueño. Asimismo, se favorece la violación sistemática de las garantías individuales de la población por unas fuerzas armadas que no están entrenadas para tratar y respetar a la población civil.
La ofensiva represiva se ha recrudecido: se condena a los líderes de Atenco, se desaparecen activistas de la APPO, todos los días se ataca a las comunidades zapatistas, a 10 años de perpetrarse sigue impune la masacre de Acteal.
Por si esto fuera poco, el gobierno de Felipe Calderón, siguiendo al pie de la letra las enseñanzas de George W. Bush, y con la complicidad de los legisladores del PRI, pretende restringir las libertadas democráticas y las garantías individuales conquistadas por decenios de luchas sociales y políticas por el pueblo mexicano, so pretexto del combate del crimen organizado.
Estamos a las puertas de un estado policiaco-militar al servicio del grupo que asaltó el poder el 2006 y de un pequeño grupo de empresarios mexicanos y extranjeros. A las luchas sociales y a las justas demandas del pueblo mexicano se responderá crecientemente con la represión, el encarcelamiento, la desaparición y el asesinato.
Por eso, el día primero de enero, desde Chihuahua y desde Morelos, desde la tierras revolucionarias de Villa y de Zapata los campesinos mexicanos hicieron un encarecido llamamiento a todas fuerzas sociales y políticas progresistas, democráticas y de izquierda:
"Desde el movimiento campesino y las luchas en defensa de la soberanía alimentaria y por la reactivación del campo mexicano que hemos llevado en el marco de la Campaña Nacional Sin Maíz no hay país y sin frijol tampoco consideramos que la salvación del campo es la salvación de México pero que si no recuperamos la Nación para los mexicanos tampoco habrá recuperación para el campo, los campesinos y las comunidades rurales del país.
Necesitamos sumar nuestras fuerzas y articular los movimientos sociales en torno a una agenda a favor de un nuevo modelo económico, un Estado social y democrático de derecho,la defensa de las riquezas nacionales, las libertades democráticas y los derechos individuales y colectivos de los mexicanos en el marco de una sociedad pluriétnica y pluricultural.
Emplazamos a la CNC y a los legisladores del PRI a dejar el doble discurso y la demagogia: por un lado declaran todos los días contra el TLCAN y las políticas anticampesinas del gobierno federal y al mismo tiempo, en los hechos, son el apoyo principal del gobierno.
Calderón y de los monopolios agroalimentarios del país. El ejemplo más evidente de lo anterior fue su oposición al artículo tercero transitorio de la Ley de Ingresos 2008 mediante el cual se obligaba al Ejecutivo Federal a establecer un mecanismo de administración el comercio exterior del maíz blanco y el frijol a partir del 1º de enero de 2008. Ya no es tiempo de simulaciones: o la CNC está con el movimiento campesino y los intereses nacionales o pasará a la historia como una organización que traicionó a la causa campesina y que hizo posible la entrega de la economía campesina y la soberanía alimentaria a los Estados Unidos y un puñado de corporaciones agroalimentaria mexicanas y trasnacionales.
Hacemos un respetuoso llamado a la UNT, al Frente Sindical Mexicano, al Consejo Nacional Indígena, a CNTE y a las secciones democráticas del SNTE, a la Convención Nacional Democrática, al Frente Nacional contra la Represión, al Foro Social Mexicano, al Ejército Zapatista de Liberación Nacional, a la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, a las organizaciones campesinas nacionales y regionales, a los movimientos sociales que defiende los recursos naturales y los territorios rurales, a las organizaciones de derechos humanos, a las organizaciones ambientalistas, a los estudiantes, académicos, intelectuales, científicos, artistas y ciudadanos de a pie para articular nuestras luchas en torno a una agenda común de transformaciones económicas, sociales y políticas que permitan aumentar y potenciar el bloque de fuerzas alternativas al modelo neoliberal y a los poderes fácticos que hoy tienen secuestradas las instituciones de la República".
PLAN DE EL CHAMIZAL: AGENDA MINIMA COMUN.
1- Soberanía alimentaria y reactivación del campo mexicano
a) Renegociación del capítulo agropecuario del TLCAN.
b) Decreto presidencial o legislativo para administrar el comercio exterior de maíz blanco y frijol.
c) Aprobación por la Cámara de Senadores de la Ley de Planeación para la Soberanía y la Seguridad Alimentaria y Nutricional y por la Cámara de Diputados del derecho constitucional a la alimentación.
d) Prohibición a la siembra de maíz transgénico.
e) Negociación y concertación de las reglas de operación 2008-2012 de los programas de Sagarpa y Semarnat de conformidad con los acuerdos del Consejo Mexicano para el Desarrollo Rural Sustentable. Contra la utilización discrecional, clientelar y corporativa de los programas públicos por el gobiernos federal, los gobiernos de los estados y los municipios.
f) Programa multianual de inversiones estructurales y de fomento productivo en las regiones rurales y de agricultura campesina.
g) Acciones contra los monopolios agroalimentarios.
2- Incremento salarial de emergencia y control de precios de la canasta alimentaria básica.
3- Defensa de los recursos energéticos nacionales.
4- Acciones contra las reformas a las leyes del ISSSTE e IMSS, contra la reforma laboral calderonista y en contra de la privatización de la salud y la educación.
5- Acciones a favor de un nuevo modelo económico (crecimiento económica, reactivación de los sectores económicos, políticas de fomento de largo plazo, reactivación del mercado interno, acciones contra los monopolios, generación de empleos, revisión de TLCs, moratoria al ASPAN, Consejo Económico y Social de Estado, etc.)
6- Defensa de los derechos de los indígenas, los migrantes y los trabajadores agrícolas. En especial es necesario impugnar la construcción del muro que Bush ha emprendido contra nuestros migrantes: Si le ponen muro a nuestra gente, le pondremos muro a los alimentos que nos exportan.
7- En defensa de las libertades democráticas, la vigencia de las garantías individuales y sociales y en contra de la represión.
Llamamos a una asamblea de articulación de alianzas y agendas para el próximo lunes 14 en el Hotel El Ejecutivo de la Ciudad de México a las 10 horas.
Llamamos a una Marcha Nacional por el Rescate de la Nación, los Derechos de los Trabajadores del Campo y la Ciudad y Contra la Represión el próximo 31 de enero del Ángel de la Independencia al Zócalo de la Ciudad de México.
Llamamos a ampliar y profundizar la nueva etapa de la Campaña Nacional por la Soberanía Alimentaria y la Reactivación del Campo Sin maíz no hay país y sin frijol tampoco; pon a México en tu boca ( www.sinmaiznohaypais.org ).
Llamamos a la reactivación de las alianzas sociales trinacionales (México, Estados Unidos y Canadá) y hemisféricas (Alianza Social Continental, CLOC, MOICAM y Vía Campesina).
¡Sin maíz no hay país y sin frijol tampoco!
¡Salvemos al campo para salvar a México!
¡El campo no aguanta más, la Nación tampoco!
¡Rescatemos a la Nación para rescatar al campo!
Dado el primer minuto del 1º de enero de 2008, en el Puente Córdova de Ciudad Juárez, Chihuahua, tierra de Villa y a las 12 horas del citado día y año en el Zócalo de Cuernavaca, Morelos, tierra de Zapata, en rechazo a la entrada en vigor del año 15 del Tratado de Libre Comercio de América del Norte
Atentamente
CAMPAÑA NACIONAL EN DEFENSA DE LA SOBERANÍA ALIMENTARIA Y LA REACTIVACIÓN DEL CAMPO, "SIN MAÍZ NO HAY PAÍS, SIN FRIJOL TAMPOCO ¡PON A MÉXICO EN TU BOCA!"
PARA MAYORES INFORMES Y ENTREVISTAS FAVOR DE COMUNICARSE CON MIGUEL COLUNGA 614-21-70-985; VÍCTOR QUINTANA 614 142 12 78 y 625 106 92 80, VÍCTOR SUÁREZ 044-55-37-07-40-42 Y ENRIQUE PÈREZ 044-55-16-44-67-08.