Todo americanista es culei
Introducción
Culei es un adjetivo usado en ciertas regiones de México, sobre todo en la Ciudad de México, y no se encuentra en el diccionario de la Real Academia Española. No obstante la impresición de su uso, califica acciones específicas, aunque difíciles de definir con sencillez –por eso lo explicaré aquí, oh, educandos–. En apariencia despectivo, culei, en realidad, conlleva un sentido de admiración hacia el sujeto o el suceso culei.
¿Cuándo alguien o algo es culei?
Origen del vocablo
En México, como en muchos países del mundo, hay groserías suaves y fuertes. Antes se sabía cuáles eran suaves y fuertes tomando como referencia la televisión: cualquier grosería dicha entre 6:00 AM y 11:00 PM era suave; en el resto del horario, era fuerte. Si una fuerte se pronunciaba entre el horario que no le correspondía, se multaba al infractor. Pero esos tiempos pasaron. Ahora, el punto regulador es, supongo, el quicio de la puerta de la iglesia justo saliendo de misa.
Debido a la tradicional doble moral del mexicano –que le permite agreder sin ser señalado como agresor, entre otras cosas–, la mayoría de las groserías fuertes tienen una versión suave, misma que construye al gusto del orador.
Existe una regla no escrita para suavizar tales altisonancias y consiste en tomar el lexema de la mala palabra y añadirle un gramema que la haga sonar inofensiva; el reto está también, a veces, en lograr que la palabra ya suavizada se contextualice con toda la oración.
Por ejemplo, está la palabra mamar. Conjugada en el presente subjuntivo, uno puede lanzar la expresión ¡no mames!, para indicar incredulidad, sorpresa o decepción [lúzcanse con esta acotación cultural, otakus queridos: el equivalente en japonés a esta expresión es maji de!. De nada.] A la hora de la autocensura, ¡no mames! puede ser reemplazada por ¡no mambrú!, ¡no manches! o ¡no marches!. La improvisación e ingenio del sujeto le permitirán inventar, incluso, nuevas combinaciones e imponer una moda linguística que podría trascender en su localidad y, con el tiempo, en la misma jerigonza cultural –y ser, claro, un héroe anónimo de la patria–.
Así, la palabra culei es una metamorfosis de la palabra culero; culei, en su intento por disfrazar su verdadera intención, inspiró su sonido en la palabra extranjera Kool-Aid –nombre de la marca de un refresco en polvo–, ante la poca oferta de opciones.
Desconozco en qué región o cuándo nació la palabra culei, pero es posible que haya sido a principios o mediados de la década de 1980, en la Ciudad de México.
Significado y diferencias entre culero y culei
De acuerdo con la Real Academia Española, culero tiene las siguientes acepciones:
culero, ra. (De culo).
1. adj. Perezoso, que hace las cosas después que todos.
2. adj. Méx. miedoso.
3. m. Especie de bolsa de lienzo que se pone a los niños en la
parte posterior, para su limpieza.
4. m. granillo (? tumor).
5. m. El Salvador. Hombre homosexual.
6. f. Señal que en las mantillas de los niños dejan las
manchas excrementicias.
7. f. Remiendo en los calzones o pantalones sobre la parte
que cubre las asentaderas.
8. f. Mancha, desgaste, parche o remiendo en la parte de la
prenda que cubre las nalgas.
Por supuesto, todo mexicano sabe que el significado 2, en especial, no tiene ese sentido en nuestro país. En realidad debería significar cruel o sañoso.
Es decir, una persona que, con premeditación, alevosía y ventaja, realiza una acción cruel o sañosa; con toda la intención de perjudicar. Sin embargo, hay culeros que se dan cuenta que son culeros durante o después de la acción culera. Eso podría diluir su culerez, pero si no hay arrepentimiento o remordimiento –incluso que les dé gusto–, son igual de culeros. Y, en caso de que el culero no haya planeado su culerez y se haya arrepentido, la culerez ya está hecha y por eso son tan culeros como los otros culeros.
SITUACIÓN CULERA
Mariela pidió permiso en su trabajo, con varios días de anticipación, para faltar un día. Su jefa inmediata le autorizó, prometiéndole facilitarle aún más al negociar este permiso con su jefe. Y un día antes…
Mariela: Nos vemos mañana. ¡Ah, no, mañana no vengo! ¡Hasta el lunes!
Jefa de Mariela: Ah, este, Mariela... Mañana no podrás faltar, porque hay mucho trabajo y necesito apoyo.
Mariela: Oye, pero tú me dijiste que…
Jefa de Mariela: Sí, ya sé, pero el permiso no se te autorizó porque no avisaste con anticipación.
Mariela: ¿Cómo? ¡Pero si te avisé hace una semana y media! ¡Y tú lo sabes! ¡Lo hablamos!
Jefa de Mariela: Como haya sido, no puedes faltar mañana.
Mariela: ¡No es justo!
Jefa de Mariela: No faltes mañana.
Superbeto:[A la jefa de Mariela] Mis Huevos, culera.
Jefa de Mariela: ¿Pero qué de…?
Mariela: ¿Qué haces aquí, Superbeto, oh, superheroe supersexual?
Superbeto: Vine a hacerte el paro, mi reina. Nadie se pasa de chistorra con mi hembra favorita.
Jefa de Mariela: ¡Pero qué ultraje! ¡Seguridad!
Superbeto: Seguridad tus calzones de mujer maravilla, puta. Ahora, le das el permiso a mi vieja o te toca calentada.
Jefa de Mariela: ¡Ay, pinche supermamón! ¡No te atrevas a ponerme un dedo encima o…!
Superbeto: ¡Ahí te va el dildo natural, gorda!
Jefa de Mariela: ¡Ahhhhhhhhhhh!
Cuatro minutos más tarde…
Mariela: [Mariela abrazando a Superbeto]¡Oh, Superbeto, te amo!
Superbeto:[A Mariela, fumando un cigarrillo]Lo sé, nena, lo sé.
Jefa de Mariela: ¡Yo también te amo, Superbeto!
Superbeto: Usté cállese… culera.
Fin
Como se aprecia en el ejemplo, la jefa de Mariela es culera porque desde antes sabía la que le iba a aplicar a Mariela
–premeditación–, y no sólo esperó hasta el último momento
–alevosía–, sino que chantajeó a mi vieja aprovechándose de su puesto en la compañía –ventaja–. La vieja es culera.
Antes de seguir, me permito acotar que culero también sirve, en México, para expresar inconformidad o contrariedad ante una situación de desgracia. Después de escuchar sobre un accidente o problema grave, uno suele decir Ay, qué culero…. Pero eso lo veremos en otra lección.
De acuerdo con la explicación de la autocensura de las palabras, culei debería significar lo mismo que culero, pero en versión para toda la familia. Pero la palabra ha adquirido un nuevo sentido en el vulgo popular.
Un culero es agresivo, apasionado. Un culero podría buscar revancha en su víctima, poder o fortuna. Un culero es tan gallardo como cobarde. Puede cometer acciones culeras y, de inmediato, ir a confesar sus culeradas con el padrecito de su parroquia local.
Un culei no muestra sentimientos afines a la crueldad, venganza o arrepentimiento. Un culei generalmente improvisa al hacer algo culei. Es inventivo y no le interesa llamar la atención al ser culei o ganarse tal fama. Simplemente actúa. Y lo goza.
La víctima de un culei, por lo regular, es alguien que no está relacionado con él. Un personaje intrascendente en su vida. Alguien ajeno. En apariencia, es así para evitar el remordimiento, pero no es por eso –debido a que a veces también la víctima es alguien conocido–. Se debe, de hecho, a la espontaneidad de la acción.
Quizá, un sinónimo serio de culei sea travieso, sin embargo, el culei podría rebasar límites que el travieso no se atrevería –además, un travieso suele arrepentirse después de una buena madriza–. El culei es capaz de causar un daño irreversible a un tercero y olvidarse del suceso enseguida, comportándose como si nada hubiera pasado.
El culei sí tiene moral, sentimientos, ética e, incluso, límites. Sin embargo, al presentarse la ocasión, todo atributo bondadoso en el se nubla, como si la oportunidad lo hechizara y le obligara a hacer lo que un culei debe hacer.
El culei acusa:
Maestra: ¡Quién fue!
Culei: ¡Fue Jorge, maestra!
El culei confunde:
Señor extraviado: Disculpe, ¿para dónde queda la calle Jorge Negrete?
Culei: Para allá, todo derecho, señor [por supuesto, es completamente para el lado contrario].
El culei hiere físicamente:
Niño inocente: No me voy a meter a la alberca, se ve que está fría…
Culei: [Empuja al Niño inocente, pero éste no cae de lleno al agua y se descalabra en la orilla de la alberca]
El culei hiere emocionalmente:
Novia del culei: ¡…y me soltó la mano y se murioooooooó! ¡Mi abuelito se muriooooooó!
Culei: ¡Ja, ja, ja! Qué mal pedo, ¿no?
El culei mata:
Niño inocente II: ¡Mira, qué bonita catarina!
Culei: [Apachurra a la catarina con su pie y se va]
Etcétera, etcétera, etcétera.
Ése, educandos, es el significado de culei.
Notas finales
Un culei es impredecible y eso es lo que le da aún más ventaja sobre sus víctimas si se le compara con un culero.
¿Cómo no ser víctima de un culei? Es difícil. No se puede ser culei contra un culei, porque el deseo de venganza lo convertiría en un culero. Lo mejor es unirse a un culei o alejarse totalmente de él. Por cierto, el culei nace, no se hace.
Suerte.
Post data
Valo: eres bien culei, me cae.